jueves, octubre 26

insomnio

Después del mal día en la oficina, la lluvia torrencial (que por un momento me hizo pensar que Tláloc sí existe), después de los relámpagos mortales, y de la incomprensión...
Después de todo fui al teatro.
Al entrar a la sala, esperando las llamadas que nunca se dan, una chica que no conozco me saluda.
Al salir, nos da alcance: asegura ser dramaturga, ex-becaria.
Ella No está en la lista de los bloggers más célebres del hipocondriaco mundillo de creadores; nunca la ha mencionado nadie en las charlas de café: es como si fuera recién llegada a la ciudad.

A mí no me gusta escribir, le dije antes de despedirnos.